Una razón de que muchos padres niegan la petición de sus hijos de comprar un monopatín, es que el monopatín es solamente un juguete, que no es práctico en absoluto. Para realizar el sueño de la gente jovén, Fosjoas lanza K1, un monopatín eléctrico, y transforma el estereotipo de la patineta, de un juguete a un transporte útil.